“Dispara, imprime, pliega y vuelve a disparar”.
Este sería el modus operandi de Aldo Tolino, un artista austriaco que a partir de fotografías plegadas encuentra una nueva dimensión en forma de polígonos. Cada imagen puede ser impresa, por lo tanto, todas las imágenes se pueden plegar. Así, cada imagen puede ser nuevamente fotografiada y convertirse en una verdadera pieza escultórica. Las diferentes partes del rostro humano se transforman en polígonos que ofrecen una nueva interpretación plástica abriendo un diálogo entre el retrato y la escultura.
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