El otro día tuve que explicar a mis alumnos en una clase de retrato la importancia de la expresión facial para conseguir que un retrato tenga la fuerza e intensidad suficiente como para dejar de ser una mera foto y convertirse en algo capaz de provocar emociones. Me acordé en ese momento de esta serie de retratos de gente sin hogar del fotógrafo inglés Lee Jeffries.
Dejando de lado el potente postprocesado de cada imagen y el riguroso cuidado del blanco y negro para potenciar el dramatismo de cada imagen, el punto de interés de estas fotografías radica precisamente en la conmovedora expresión de sus caras. Todo un ejemplo de como se puede extraer mucha información de un simple gesto o una simple mirada.
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